“Castillo Infinito” conquista la taquilla regional y se convierte en el nuevo fenómeno cinematográfico del anime.
Lo que comenzó como un manga en las páginas de Weekly Shonen Jump hoy es un fenómeno cultural global. Desde su estreno el pasado 11 de septiembre, Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – Castillo Infinito no solo arrasó en taquilla, también se coronó como la película de anime más vista de todos los tiempos en Latinoamérica.
Durante su primer fin de semana, el filme alcanzó el número uno en las salas de México, Brasil, Perú, Chile y toda Centroamérica, marcando un hito nunca antes visto en la región.
Un fenómeno que arrasa cifras
En México, la película ya superó los 16.6 millones de dólares (307 millones de pesos mexicanos), mientras que en Brasil alcanzó casi 8.1 millones de dólares (43.8 millones de reales brasileños). A estas cifras se suman los récords en Argentina, Bolivia, Colombia, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, consolidando a Castillo Infinito como la producción de anime más taquillera jamás estrenada en el continente.
La primera entrega de una trilogía épica
Castillo Infinito marca el inicio de una trilogía cinematográfica que llevará a la gran pantalla los capítulos finales del manga de Koyoharu Gotoge. Con dirección de Haruo Sotozaki y animación a cargo del estudio ufotable, la película destaca por su despliegue visual en formatos premium, ofreciendo combates de espadas, emociones a flor de piel y el dramatismo que caracteriza a la saga.
La producción llega después de un recorrido impecable:
- Serie original (2019) con el arco Unwavering Resolve.
- Éxito global con la película Mugen Train (2020).
- Arcos televisivos Mugen Train y Entertainment District (2021–2022).
- Arco Swordsmith Village (2023) y Hashira Training (2024).
Ahora, la historia avanza hacia su desenlace con una trilogía que promete emociones nunca antes vistas en pantalla grande.
Un legado en cifras y emociones
Con más de 220 millones de copias vendidas del manga y una base de fans que se expande cada año, Demon Slayer confirma con este récord que no es solo una franquicia de éxito: es un fenómeno cultural que conecta generaciones, desde los que siguen a Tanjiro y Nezuko desde el inicio hasta quienes se sumaron atraídos por la espectacularidad de la animación.
El Castillo Infinito no solo es un arco narrativo: es el símbolo de cómo el anime dejó de ser nicho para convertirse en un evento global de taquilla.