A primera vista, No miren arriba es una comedia de ficción sobre un asteroide que está en rumbo de colisión con la Tierra. Pero, en las semanas que siguieron a su estreno en Netflix el 24 de diciembre, inspiró algunos debates muy profundos sobre el cambio climático y la necesidad de tomar acción.
Con un elenco encabezado por los ganadores del Óscar Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio, la película de Adam McKay es la historia de dos astrónomos que se embarcan en una gira mediática para advertirle a la humanidad sobre un cometa mortal que se precipita hacia la Tierra. El único problema es que a nadie le importa.
Muchos científicos del clima y del comportamiento que han estado en la primera línea de la crisis climática creen que No miren arriba ofrece una lección importante sobre cómo podemos ver esta crisis actual a través de una nueva perspectiva que —ojalá— inspire a tomar acción.
«Es una advertencia sobre la crisis climática enlazada con el característico humor de McKay, que es la cucharadita de azúcar que ayuda a pasar mejor la medicina», escribió el Dr. Michael E. Mann, profesor de Ciencias Atmosféricas, autor y director del Centro de Ciencias del Sistema Terrestre de la Universidad Estatal de Penn, en un artículo de opinión para The Boston Globe.
En un ensayo para Forbes, el Dr. Marshall Shepherd, director del Programa de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Georgia (UGA) elogió la película como «una crítica multidimensional sobre la crisis climática, el negacionismo y la falta de acción ante un problema inminente».
Gracias al tono de comedia, algunas partes de No miren arriba resonaron profundamente con los científicos climáticos, defensores del medioambiente y psicólogos; muchos de ellos se vieron reflejados en los personajes principales de la película, el Dr. Randall Mindy (DiCaprio) y Kate Dibiasky (Lawrence).
En un artículo para The Guardian, el científico del clima y autor Dr. Peter Kalmus describió a No miren arriba como «la película más precisa que he visto sobre la aterradora falta de respuesta de la sociedad ante el colapso climático».
El Dr. Michael Svoboda, profesor adjunto de Redacción en la Universidad George Washington, fue un paso más allá en una historia que compartió para Yale Climate Connections: «No miren arriba se ha convertido rápidamente en una especie de fenómeno cultural que desde ya eclipsa a El día después de mañana como la película de ficción más influyente “sobre” el cambio climático».
Xiye Bastida, la joven activista climática mexicanochilena organizadora de Viernes por el Futuro e integrante del grupo asesor independiente de expertos en sostenibilidad de Netflix, espera que la película inspire al público a tomar acción.
A diferencia del panorama en la ficción, no es demasiado tarde para cambiar el rumbo, como explican las psicólogas climáticas Dra. Barbara Hofer y Dra. Gale Sinatra en un artículo reciente para The Conversation. «La diferencia más importante entre la premisa de la película y la crisis real e inminente de la humanidad es que, si bien las personas somos impotentes ante un cometa, todos podemos tener un papel decisivo para detener el cambio climático».
Para quienes buscan hacer justo eso, No miren arriba y la organización sin fines de lucro Count Us In lanzaron recientemente un micrositio climático que proporciona más información sobre la crisis y los pasos significativos que todos podemos tomar hacia un planeta más seguro. Visita count-us-in.com/dontlookup para obtener más información.
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