Samsung se puso las pilas y rediseñó desde cero lo que entendemos por un smartphone delgado… sin sacrificar ni una gota de rendimiento
Un smartphone que parece de otro planeta, pero está listo para tu bolsillo
Samsung acaba de soltar una bomba en el mundo tech: el Galaxy S25 Edge, el smartphone más delgado en la historia de la serie Galaxy S, que llega con apenas 5.8 mm de grosor y un peso pluma de 163 gramos. Pero esto no es solo una cuestión estética. Samsung apostó fuerte y redefinió el diseño móvil desde sus entrañas para traernos un equipo que no le debe nada a nadie en potencia, resistencia o fotografía.

Este Galaxy no vino a competir… vino a romper paradigmas.
El diseño más delgado jamás visto, pero con corazón de titán
Para alcanzar semejante nivel de delgadez sin recortar prestaciones, Samsung no se limitó a “achicar” componentes. Rediseñaron todo el sistema de montaje interno, acomodando cada parte con una precisión de 0.1 mm. ¿El resultado? Un perfil esbelto que no compromete nada.
El chasis está construido con titanio, igual que el modelo Ultra, y reforzado con el nuevo Corning® Gorilla® Glass Ceramic 2, una tecnología desarrollada en casa que le da al equipo una resistencia top sin engordar el diseño. En pocas palabras: delgado sí, frágil jamás.
Potencia de alto rendimiento con cerebro inteligente
Aunque sea el más flaco de la familia Galaxy, este S25 Edge es puro músculo. Su motor es el nuevo Snapdragon® 8 Elite para Galaxy, un chip diseñado específicamente para exprimir lo mejor de la inteligencia artificial en el dispositivo. Y sí, corre todo lo que le pongas: apps pesadas, juegos, multitarea… sin despeinarse.
El reto fue mantenerlo frío. Para eso, Samsung desarrolló un sistema térmico personalizado, con un módulo de enfriamiento 10 % más grande que el del S25+ y un sistema de disipación térmica que incluye una estructura perforada en el marco para una mejor transferencia de calor. Todo esto, dentro de ese cuerpo ultradelgado.

Aquí no hay magia: hay ingeniería.
La cámara de 200 MP que no te esperabas en un equipo tan delgado
Samsung no soltó la experiencia fotográfica de sus equipos Ultra. El Galaxy S25 Edge viene armado con un sensor principal de 200 MP que ofrece imágenes de altísima definición, colores vivos y un nivel de detalle que compite directamente con cámaras profesionales.
Pero lo que realmente sorprende es cómo lo lograron sin que sobresalga el módulo de cámara. Redujeron el grosor del sistema en más de un 10 %, integrando todo en una carcasa de doble capa que hace que la silueta del teléfono siga siendo limpia y fluida. Un trabajo quirúrgico, que se ve… y se siente.
No es solo un nuevo teléfono, es una nueva manera de pensar en el futuro móvil
El Galaxy S25 Edge no se siente como una evolución. Se siente como una revolución. Es la prueba de que se puede tener todo: diseño elegante, potencia brutal, resistencia premium y fotografía de nivel pro en un solo dispositivo… que cabe perfectamente en tu bolsillo.
Y con este lanzamiento, Samsung deja claro que no está siguiendo tendencias: las está marcando.