El municipio jalisciense lanza la primera incubadora pública y gratuita de videojuegos en América Latina, buscando convertir a la región en un punto neurálgico para el desarrollo creativo y tecnológico.
Zapopan no quiere solo ver cómo se juega: quiere ser parte del juego.
En un movimiento que puede cambiar la historia del desarrollo digital en México, el Gobierno municipal lanzó INGENIA Play Lab, la primera incubadora pública, gratuita y especializada en videojuegos del país. Su meta: formar talento, consolidar empresas creativas y demostrar que el futuro gamer también puede escribirse en español… y con acento tapatío.
El proyecto se desprende de INGENIA: Centro Gamer y de Creación Digital, un espacio que en apenas cuatro meses se volvió epicentro de la escena tecnológica y creativa en Jalisco. Hoy suma más de 700 membresías activas y 2,000 personas que ya participaron en eventos, talleres y encuentros. En palabras de Kathya Ramos, su líder, “Zapopan ya se convirtió en un catalizador de talento”. Y vaya que suena a verdad.
Desde ahí surge Play Lab, una apuesta que lleva la incubación al terreno del gaming. Su objetivo: ayudar a que las ideas se conviertan en prototipos, los prototipos en productos, y los productos en empresas que puedan competir de tú a tú con cualquier estudio del mundo. Todo con mentorías, asesoría legal, formación técnica y acceso al ecosistema de INGENIA.
Paola Campbell, directora de Industrias Creativas de Zapopan, lo resumió con una línea potente: “La creatividad y la economía no están separadas.” Y eso es justo lo que refleja el proyecto: una política pública viva, que conecta talento con oportunidades y pone a la tecnología al servicio del emprendimiento.
Francisco Lara, de One Simple Game, fue más directo: México tiene millones de jugadores, pero pocos títulos desarrollados aquí. Y Play Lab quiere revertir eso. Con programas de hasta 28 semanas divididos en tres fases —desde diagnóstico hasta lanzamiento del MVP—, las y los creadores podrán acceder a formación, infraestructura y acompañamiento para que su videojuego deje de ser solo una idea.
Además, los tres mejores proyectos se repartirán una bolsa de $450,000 pesos, un empujón que puede marcar la diferencia entre un demo y un sueño hecho realidad.
Salvador Villaseñor, coordinador general de Desarrollo Económico, lo planteó así: el desarrollo de videojuegos no es solo entretenimiento, sino una vía para empoderar, educar y proyectar la identidad latinoamericana al mundo.
Y los números lo respaldan: la industria global ya supera los 282 mil millones de dólares, con México liderando en la región y ocupando el décimo lugar mundial en consumo gamer. Todo indica que si hay un lugar donde el talento puede explotar, ese lugar podría ser Zapopan.
El programa Play Lab está abierto a personas de toda América Latina, con o sin empresa constituida, siempre que tengan una idea sólida o un prototipo en marcha. Es 100% gratuito y en modalidad híbrida —mezclando sesiones presenciales y mentorías en línea—, para que nadie se quede fuera por geografía.
Y esto apenas comienza. El municipio ya prepara INGENIA Play Academy, un espacio formativo para quienes busquen dar sus primeros pasos en el desarrollo de videojuegos y experiencias digitales. Una especie de “nivel 1” dentro del ecosistema, donde cada idea puede encontrar su primer checkpoint.
Zapopan no solo está incubando videojuegos. Está incubando futuro.
Enlace oficial: www.ingeniazapopan.com
